He oído que no tenemos más opción que elegir entre precariedad o paro. Gran mentira. La precariedad y el paro van siempre de la mano. Un mercado laboral de sueldos bajos, de subsistencia en algunos casos, y poca estabilidad en el trabajo, arrastrará a lo que conocemos como mercado interno (comercio, sector del ocio, sector servicios, autónomos y a la pequeña y mediana empresa que mayoritariamente tienen un mercado de proximidad) a una recesión continua que los pondrá al borde de la extinción, debido al escaso poder adquisitivo de la población que los alimenta. Si tenemos en cuenta que este mercado y estos sectores generan el 80-90% del empleo, las consecuencias están claras, una alta tasa de paro que se convertirá en crónica, una caída de ingresos fiscales (menos IVA, menos IRPF, menos IAE) que comportarán la necesidad de recortes mayores en todos los ámbitos y una fuga de capital humano preparado, que buscará en la emigración su desarrollo profesional y unas posibilidades económicas que no encontrará aquí.
El planteamiento de precariedad o paro es una ratonera, con un cebo pensado para la desesperación, que nos lleva a una situación de empobrecimiento general y retroceso social. Y en la que si caemos, será casi imposible salir.