Organización político administrativa de los gobernantes de una comunidad humana, es una de las definiciones que nos da uno de nuestros diccionarios, por ello resulta un tanto ambiguo escuchar y leer cada vez con más frecuencia, que cuando se van a referir a España, reemplazan a esta por Estado, cuando lo correcto sería decir Estado español.

Si decimos solo Estado, no sabremos a qué Estado se refiere, pues puede ser a un Estado neutro, a un estado estacionario, a un estado civil, a un estado embarazoso y a un largo etcétera que ocupa páginas que no podemos transcribir. Hoy quizá España se encuentra embarazada y de ahí que utilicemos tanto lo de Estado. Si hacemos hoy un balance de España, nos daría lo que conocemos por estado del balance de situación, que son las conclusiones a que se suele llegar tras lo que conocemos como debate del Estado de la Nación, y que al final, al igual que aquel, ha de terminar con sumas iguales, utilizando el estado de la cuenta de pérdidas y ganancias.

España o el Estado español, según lo veamos, es un Estado neutro, quizás en estado estacionario y posiblemente embarazado. Estado de naturaleza, estado en que se encontraría el hombre si no existiese la sociedad, según algunos pensadores; la existencia misma de tal estado ha sido considerada como una pura abstracción. ¿Qué nacionalidad le daríamos a un ciudadano, por ejemplo, si decimos solo que es del Estado? ¿Estadola? ¿Estadosa? Pensemos que en este caso podían considerarlo como ciudadano de EEUU. Conviene matizar, sin olvidar los adjetivos, máxime ahora, que hay tantos estados confusos.