Síguenos en redes sociales:

Nacionalismo versus republicanismo

Tenemos siempre la costumbre de confundir pertenencia con identidad. La pertenencia es habitar un espacio, un paisaje, hacerlo tuyo, y si es posible mimetizarse en él, es decir, es un sentimiento aleatorio que puede ofrecerte un campo de sentido para tu vida. Por otra parte se encuentra el término identidad, que es sublimar ese sentimiento de pertenencia, categorizarlo, ideologizarlo y, a partir de él, crear un campo semántico de significaciones que de una manera u otra me serán impuestas. Conceptos como pueblo, espíritu del pueblo, raza, religión, mitología, nación, historia primigenia, origen?. pertenecen a ese ámbito de significaciones ancladas en un ajuste de cuentas del romanticismo fundamentalista contra los principios de la ilustración: no hay más que ver todo el proceso histórico de las naciones durante el siglo XIX.

Frente a este concepto del nacional-ismo nos encontramos con la propuesta del pensamiento republicano. El republicanismo emana y se fundamenta en los derechos de los ciudadanos libres de pertenecer o no a un territorio, en la capacidad de decidir y elegir sus condiciones sociales, económicas, sexuales, medioambientales..., y el tipo de relaciones colectivas que queremos establecer entre nosotros. Es hacer partícipes a los ciudadanos de su propio destino independientemente de la identidad que se tenga. De ahí que nacionalismo o nacional siempre ha estado en un situación dialéctica de oposición y exclusión con el republicanismo.

Ante la perversión del lenguaje que estamos padeciendo hay ciudadanos que sin ningún rubor o intencionadamente, que es peor, enlazan nacional-ismo con republica-nismo. Es como intentar disolver una gota de aceite en un recipiente de agua.

Eso sí, mientras tanto, los mercados, con sus voceros políticos, no tienen ningún problema sobre identidades y pertenencias. Ellos están en el fragor de la batalla en la relación trabajo-capital. Ellos, por supuesto, con los intereses del capital, nosotros, los republicanos, con todos los trabajadores, y a poder ser constituyendo un ámbito de decisión republicana y emancipatoria.