El país entero se ha enfurecido al saber que el rey estaba de viaje de lujo cazando elefantes. Hace poco se comunicó que se rebajaba el presupuesto destinado a la Casa Real solo un 2%. Da vergüenza que se hayan recortado tan poco siendo como son un gasto innecesario para un país que aspira a ser racional y moderno. Está claro que este tipo de viajes y todo lo que implican no se han recortado ni lo piensan recortar, porque les importa poco lo que la gente humilde está sufriendo.
Lo más interesante de este accidente del rey es que permite que su figura aflore de una manera poco honrosa, para desgracia de los medios de comunicación que lo tienen que difundir y que, usualmente, contribuyen a insuflar veneración hacia la Corona, cosa que hace que los antimonárquicos nos sintamos solos y aislados en medio de una masa fervorosa y devota. En cambio, gracias a estas noticias, uno descubre, sobre todo en las webs que permiten poner comentarios, que los antimonárquicos somos una multitud nada despreciable y, además, en rápido crecimiento. Posiblemente veamos pronto la III República.