La presidenta Yolanda Barcina, a quien se le llena la boca la boca presumiendo del cumplimiento de las leyes, es incapaz de dar la cara en el Parlamento cuando se le pregunta de forma directa por el incumplimiento que de ellas hace.
En marzo del año pasado el Parlamento acordó por mayoría absoluta la retirada del símbolo franquista y fascista existente en la fachada del Palacio de Navarra, paseo de Sarasate, y le dijo al Gobierno de Navarra que lo llevase a cabo. El Parlamento recordaba al Gobierno el incumplimiento de la Ley Foral 24/2003, una ley de hace 9 años que fijaba en un año el plazo para la eliminación de todos los símbolos franquistas existentes.
Hoy se le ha preguntado en sede parlamentaria por este incumplimiento y la señora presidenta, que tiene la pregunta por escrito en su poder desde el 8 de febrero pasado, no se ha dignado estar presente en el salón de plenos.
Como ya viene siendo habitual en todo aquello que presume no le va a dar rendimiento político inmediato, ha encomendado la respuesta a uno de sus consejeros, por cierto del Partido Socialista, como en otras ocasiones.
Tenemos una presidenta de Gobierno que miente cuando presume de cumplir las leyes, que no tiene la valentía de responder cuando se le piden explicaciones, si les gusta más, que tiene la cobardía de esconderse cuando no quiere dar la cara, y que no tiene educación ni para responder cuando se le demanda algo directamente a ella.
Hoy ha dicho que si hay que hacer gamazadas ella la primera. Señora Barcina, usted no tiene el espíritu necesario para una gamazada, y mucho me temo que jamás pueda adquirirlo a pesar de la vecindad. Lo suyo es el mantenimiento de las instrucciones dejadas escritas por Franco, los nombres y los signos del fascismo español en las calles, plazas y edificios y poco más. En este caso con la compañía y colaboración del Partido Socialista de Navarra.