Parece que en este país, las noticias más importantes siempre están relacionadas o tienen que ver con escándalos tipo caso Malaya, caso Mercurio o diversas operaciones que se acaban descubriendo, y donde la más perjudicada al final es la ciudadanía, que nada tiene que ver con esto. Ves las noticias y una semana sí y otra también descubres que en este país la palabra político es sinónimo de ladrón. Luego nos quejamos de que en España no hay dinero y nos preguntamos qué es lo que ha pasado con el dinero que había. Pues bien, parece que el dinero que había ha desaparecido, se lo han llevado todos aquellos piratas que han llegado al poder, como si de un botín se tratase.
Propongo que se cambien las leyes y se penalicen realmente todos estos hechos, y que aquel que robe o se lleve una cantidad la devuelva de manera proporcional a aquello que se haya llevado o según el daño causado. Es decir, que si robas 2 millones, los devuelvas como sea y al precio que sea, pero que no lo paguemos los demás, con subidas de impuestos o pagando el mal que hacen otros de diversas formas. Creo que hay que acabar con la impunidad de varios de estos personajes y con la cultura imperante hasta ahora de pensar que la política era un negocio y un lucro, y no un trabajo como otro cualquiera que exige un sacrificio y una vocación como otras muchas. Una vez que las personas llegaban al poder, veían que el vecino robaba y ellos para no ser menos pues hacían lo mismo y les acababa salpicando.
Algunos han pensado que el ser político les otorgaba reconocimiento y prestigio personal, y una vez que ocupaban los cargos y sus tronos, pensaban que podían hacer lo que quisieran, colocando a dedo a las personas que ellos quisieran y sin pensar realmente en la ciudadanía. Únicamente, miraban intereses propios, metiendo a familiares, amigos o colegas en puestos de responsabilidad pública y viviendo a cuerpo de rey, con sus coches oficiales, comodidades y ventajas diversas por ocupar esos cargos. Creo que tendríamos que acabar definitivamente con esto y para esto es necesario crear una nueva cultura de hacer política. No sé en otros países, pero aquí la gente ya empieza a estar harta de sus dirigentes políticos y de los escándalos que se escuchan, y de oír a diario palabras como malversación de fondos públicos, apropiación indebida, corrupción urbanística, tráfico de influencias, etcétera, que parecen ser algo normal en nuestro vocabulario.