Quiero comentar la última tragedia ocurrida en Bangladesh, que por desgracia ocurre más habitualmente que lo que sabemos por los medios de comunicación. Estos tratan de informar ocultando parte de la verdad sin darle demasiada importancia, y muchas veces estas noticias pasan desapercibidas. Ocurren más a menudo de lo que creemos. Ellos no tienen dónde ganarse la vida y tienen que recurrir a verdaderas marcas occidentales para poder ganarse la vida, son negocios sucios sin un salario digno, con muchas horas metidas y con unos gobiernos que lo permiten todo. Están sujetos a una dictadura occidental despiadada y cruel que hacen millonarios a unas cuantas firmas occidentales sin importarles la vida humana.

Es triste que tenga que pasar una tragedia tan grande para que nos enteremos un poco de lo ocurrido. Leo una carta que dice no comprar ropa barata. Yo diría mirar bien las etiquetas, y si no, preguntar al comerciante, pero es una idea buenísima y aparte luchar desde aquí para que eso no ocurra, que no lo permitan los gobiernos de aquí. Ellos ya lo están haciendo desde sus propios países. Los niños no tienen que trabajar sino darles una buena educación si queremos que no haya pobreza.

Ocurre con la alimentación, el calzado, la ropa y hasta los ladrillos de construcción. Tengamos cuidado con El Corte Inglés, Inditex, Primark, Carrefour, Zara etcétera. Yo también subrayo lo que dice la carta: consumir productos de aquí a unos precios razonables, porque si pagas poco sabes lo que le estarán pagando a los productores y a los obreros. Y por encima de todo, en este caso, tiene nombre de mujer porque son las mujeres quienes lo han pagado agravando más la situación.