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Alsa engaña a los clientes

Alsa es una compañía tan innovadora que acaba de inventar el transporte más ecológico: el billete sin autobús. Tú puedes comprar un billete suyo, con asiento numerado, y cuando entras en el vehículo te pones a dar vueltas y vueltas pero no aparece tu asiento por ningún lado, hasta que te das cuenta de que han vendido más billetes que plazas. Así les pasó el 26 de junio a 5 pasajeros en el autobús de las 19.30, en el trayecto San Sebastián-Pamplona. Los cinco clientes tenían los billetes 56, 57, 58, 59 y 60, pero el autobús solo disponía de 55 plazas. Llámenlo fraude, llámenlo timo o cachondeo, pero Alsa ha inventado el transporte menos contaminante, el que no te lleva a ninguna parte, el que te deja en tierra sin emitir gases de efecto invernadero, aunque te dejen con cara de pasmo y con sabor a engaño chulesco.

Alsa se ha propuesto sustituir varios vehículos diésel por tecnologías híbridas para demostrarnos su conciencia empresarial y reducir las emisiones contaminantes. Supongo que por eso también, además de inventar los horarios irregulares híbridos, ha creado una figura que no contamina nada: el responsable ausente. Si hay un problema, el conductor te dice que hables con la persona de la taquilla. Allí te dirán que hables con un responsable de la compañía. Y cuando preguntas por él, simplemente no está, ni se le espera. El responsable más ecológico, el que no gasta ni en explicaciones. Y así funciona todo, con calidad, aunque a ti te suene a tocomocho.

Por cierto, si los pasajeros firman hojas de reclamaciones, ¿qué tiene que decir el Gobierno de Navarra, que debe vigilar la calidad de este servicio y su concesión pública? ¿Va a tomar cartas en el asunto o se va a quedar de brazos cruzados para no aumentar el consumo energético?