Gracias a todas las asociaciones sin ánimo de lucro que, junto a una larga trayectoria y trabajo a sus espaldas, atienden, apoyan y dan respuesta a niños/as y a familias en situación de vulnerabilidad social.

Su trabajo con menores, familias e instituciones permite desarrollar sistemas de bienestar compartido, favoreciendo su seguridad, confianza, equilibrio y armonía, permitiendo a todos sus miembros superar las dificultades, siendo acompañados en la construcción de un proyecto de vida común.

Gracias a todos los menores que, a través de sus miradas y voces, nos permiten sintonizar con sus vidas, emociones, ilusiones, tristezas. Día a día podemos aprender, desaprender, disfrutar de nosotros y con vosotros, escucharnos todos juntos, recorrer juntos el largo camino de la vida.

Gracias a Irene C., Rocío, Iker, Félix, Irene B., Arantxa, Oihan, Koldo, David, Alfredo, Irrintzi, Cristina, Alexia, Aitor, Leire, Ander, Mikel, Judith, Maite O., María y Maite Z. (extensible a todos aquellos profesionales que trabajan con y para las personas). Considero justo y necesario reconocer la extraordinaria labor que realizáis.

Cada día demostráis ser grandes profesionales, al mismo tiempo que empapáis a las personas cercanas con vuestra gran calidad humana. Siempre viendo el lado bueno de las cosas, lo positivo. Mi respeto y admiración por vuestra labor es y será eterna. Gracias, gracias y gracias.