Como inquilina en alquiler de un piso de protección oficial quiero manifestar mi desacuerdo con la gestión del inmueble que Adania hace como arrendadora del mismo en una comunidad de Buztintxuri. El sistema para que los inquilinos paguemos la comunidad, en mi opinión, es un traslado de buena parte de sus obligaciones económicas como propietaria, y aunque así está firmado en el contrato de alquiler, considero que es un abuso fuera de la ley.

En el contrato tenemos acordado el pago de una "cuota para el adecuado mantenimiento del inmueble". Esta cuenta está alimentada por los inquilinos pero ninguno tenemos poder sobre la misma. Entre los gastos ejecutados se pagan altas de servicios comunes (luz, agua, incendios?) para que el edificio sea habitable y no para su mantenimiento. Se paga el seguro sobre la propiedad y los gastos de administración para la protección legal y del patrimonio del propietario y no para el mantenimiento de la comunidad. Se pagan gastos y comisiones bancarias derivadas de la gestión de su negocio y no para el mantenimiento. Y además, Adania hace oídos sordos y elude responsabilidades ante defectos de construcción, estado higiénico-sanitario de zonas comunes y desperfectos varios o siniestros.

¿Por qué no solo hace abuso de lo que está fuera de la ley, sino también por qué los inquilinos de pisos de VPO asumimos gastos que la ley obliga a su pago y gestión por parte de los propietarios y en cualquier caso son costes de su negocio como promotora y arrendadora? ¿Por qué el Gobierno hace negocio público con una empresa que no atiende nuestros derechos? En el acceso a la primera vivienda como derecho constitucional no se debería permitir tal ánimo de lucro.

Está visto que en cada casa reproducimos el sistema y, como siempre, los que más tienen exprimen a los que menos tenemos, y suma y sigue.

Desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca se están moviendo diversas acciones para reclamar la vivienda digna y evitar la estafa legal que está suponiendo la gestión de VPO. Animo a todas las personas a acercarse, apoyar y alentar la movilización, porque, aunque no quieran, sí se puede.