El departamento de Educación del Gobierno de Aragón ha modificado la selección del profesorado de la escuela pública que no tiene plaza en propiedad, por lo que la nota obtenida en un examen de oposición pasa a ser el criterio prioritario para poder ejercer la docencia. Esto que puede parecer lógico sacado de contexto supone en la práctica una merma de la calidad educativa.
En primer lugar, la experiencia docente pasa a un segundo plano como criterio de aptitud, al contrario de lo que ocurre en cualquier proceso de selección laboral, donde la experiencia es prioritaria. Pero esta forma de selección no va a beneficiar a los nuevos aspirantes, sino que va a incrementar la rotación del profesorado, al variar enormemente los resultados de un examen entre una convocatoria y otra, en función de las circunstancias personales o en función del azar, dado que el contenido de la prueba se decide en buena parte por la extracción de dos bolas de un bombo con el número de tema a desarrollar.
Todo ello asegura, no la justicia del sistema, sino la inestabilidad de las plantillas de los centros, y repercute sin duda negativamente en los proyectos educativos que se desarrollan en cada uno de ellos y en la atención al alumnado. Por otra parte, al priorizar la nota de un examen, se refuerza el hecho de que sea determinante el academicismo frente a las habilidades de tipo social y emocional, imprescindibles para el ejercicio de la docencia con garantías de calidad.
La Administración acepta, en cambio, que en los centros privados subvencionados con fondos públicos, los llamados concertados, se pueda contratar al margen de esos supuestos "criterios de idoneidad". Esto en unos centros donde, además, son frecuentes los contratos precarios y la sobrecarga de trabajo, que redundan en una menor calidad educativa.
La ciudadanía no podemos aceptar esta situación, ni el nuevo decreto de interinos que nos imponen, que está acorde con muchas otras medidas represoras de la calidad de nuestro sistema. Todo ello repercutirá, sin duda alguna, en el futuro de nuestros jóvenes y en el tipo de sociedad que construyamos.