El derecho a la información y a la expresión es parte de la Declaración Universal de Derechos Humanos: "todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión".

En Navarra, a lo largo de su historia, los derechos humanos pocas veces fueron debidamente respetados. Esto se incrementó con la conquista militar de 1512. A partir de esta fecha podemos identificar estas violaciones a los derechos a través del análisis histórico de las políticas públicas. Hoy hablaremos de la naturaleza de las políticas públicas de cultura en Navarra.

Los efectos estigmatizadores y el cuestionamiento del relato identitario dieron sus frutos en Navarra. Una campaña anti Navarra de 500 años se desarrolló al amparo de las fuerzas del orden y las autoridades gubernamentales, estas últimas en su doble condición de combatientes y protectoras de las actividades que tenían como objetivo el expolio general de Navarra. La conformación de una estrategia política de cultura generó la inaccesibilidad al acceso del conocimiento registrado (la constitución de este último respondió a criterios de selectividad de información todavía no estudiados en profundidad), limitando el acceso al conocimiento se impide la autonomía de las personas y el desarrollo de su capacidad para actuar como ciudadanos que se autogobiernan, principio básico de las sociedades democráticas. La implementación de las políticas públicas de cultura en Navarra generaron una desmemoria intencionada que ocasiona omisión u ocultamiento de información, la invisibilidad de sus oponentes políticos y de todo aquel que no es funcional a sistema cultural colonial. Conscientes de que la identidad colectiva se construye en igual proporción con memoria y olvido y a sabiendas de que las obras culturales contribuyen a construir memoria social. Los agentes políticos a cargo del gobierno navarro no solo utilizan la persecución, encarcelamiento y estigmatización para eliminar a sus oponentes, además buscan destruir su universo simbólico como un intento de destierro de las ideas del pensamiento crítico, para instalar otra cultura, otro orden y otro comportamiento social. En este sentido las políticas públicas de cultura en Navarra constituyen un verdadero manual: censura, bibliocastía, linguicidio, homenaje a genocidas, cuando no el robo y desaparición de obras?

Es en este marco donde se desarrolla la actual pulseada política que enfrenta a sectores de la sociedad navarra con la derecha neoliberal y las grandes corporaciones. La experiencia de la auto organización y la acción colectiva permitirá la continuidad en el tiempo de la identidad vasconavarra como estrategia cultural de un pueblo que se niega al sometimiento colonial.