La situación del colegio público de Sarriguren es insostenible. Un centro en el que este año está ya desbordado se va a enfrentar a un próximo curso sin un equipo directivo capaz de velar por el buen funcionamiento del mismo. El porqué de dicha afirmación es claro: el equipo directivo actual acaba de desintegrarse. De cinco personas que lo componen, tres acaban de dimitir. ¿Qué es lo que está ocurriendo? No es la primera vez que pasa.
Como padres y madres no podemos permitir que en un momento tan crítico, el colegio vaya a la deriva, sin un capitán que lo guíe. Somos conscientes de que al finalizar el curso escolar, los equipos directivos tienen que tomar decisiones primordiales para el curso siguiente, como la futura organización de espacios, grupos, horarios, tutorías. ¿Qué va a ser de nuestro centro? Lo que sí sabemos los que nos involucramos en esta escuela es que la esencia del colegio está desapareciendo o ha desaparecido casi por completo, muy a nuestro pesar.
Somos un colegio joven (solo tenemos cinco años) por eso creemos que necesitamos un buen equipo directivo ya que es primordial para empezar cualquier andadura. Somos conscientes de que la tarea de poner en marcha un nuevo centro educativo no es ni será fácil. Pero después de cinco años sentimos que muchos de los pilares básicos de un centro, como el Proyecto Educativo, Proyecto Curricular, el Proyecto Lingüístico, el Plan de Convivencia, el modelo PAI están todavía sin definir, concluir, elaborar, analizar, implantar y un largo etcétera. Por lo que solicitamos al Departamento de Educación que tome las medidas oportunas para asegurar un equipo directivo capacitado para liderar el proyecto que el centro inició y merece continuar.