Kaixo papá! Zer moduz? ¿Qué tal estás? Espero que bien.
Pues sí, papá, el pasado 3 de enero cumplí 50 años, medio siglo. Se dice pronto...
Y lo celebré por todo lo alto. Después de saborear una opípara comida con tu familia llegaron los regalos. Tras cantarme todos el Zorionak zuri, tu nieto Mikel, con sus dos años, me hizo entrega de un hermoso regalo: su sonrisa y la camiseta oficial de Osasuna de este año. Y, papá, te aseguro que me emocioné a mis 50 años.
Martín, tu otro nieto, con otra gran sonrisa, me regaló un buen puro, un CD con canciones rojillas y una txapa también rojilla. Como debe ser, ya lo creo.
Y me queda Jon, tu nieto más pequeñico, que con solo mirarlo o cogerlo es un gran regalo, ya lo creo. Con toda la alegría del mundo, porque ese día Osasuna jugaba en El Sadar, me enfundé la kasaka rojilla y, con Paco, que es tan forofo como yo, y un amigo suyo nos encaminamos al estadio rojillo.
Papá, Osasuna ganó 2-1 al Leganés. Me brindaron el triunfo el día de mi cumpleaños. Todo salió perfecto. Le hice un guiño de complicidad a mi camiseta rojilla. A los lejos oí unos cohetes. Richard no falló.
Agur papá! Gero arte.