El consumidor está pagando por las hortalizas más del doble de lo que percibe el agricultor. Tras la ola de frío que el pasado mes asoló el continente, los cultivos hortícolas de España y Europa han vuelto poco a poco a sus niveles habituales de producción. Debido a esta vuelta a la normalidad, la oferta se ha normalizado, al aumentar la producción los precios pagados a los productores se han desplomado, explican en UPA. Sin embargo, tras analizar los precios de las hortalizas en las grandes cadenas de distribución, la organización ha constatado que los bajos precios percibidos por los productores no se ven reflejados en los lineales de los supermercados que siguen muy altos. “Los consumidores seguís pagando carísimas las hortalizas”, dicen en UPA, “lo que significa que nos están dando gato por liebre, tanto a vosotros, consumidores, como a nosotros, los agricultores”. De esta manera, los datos hablan por sí solos. Mientras que en los supermercados la berenjena y el pimiento verde italiano rondan los 3,50 euros/Kg, el calabacín está cerca de los 4 euros/Kg y el tomate pera se acerca a los 2 euros/Kg, el agricultor los cobra estos mismos productos a 1,70 euros/Kg, 1,5 euros/Kg, 1,15 euros/Kg y 1,25 euros/Kg, respectivamente.
Por este motivo, la organización agraria mencionada se pondrá en contacto con la AICA (Agencia de Información y Control Alimentarios) para poner en conocimiento de este organismo que los intermediarios y/o la distribución “se están aprovechando de los dos extremos de la cadena” al no reflejar la situación real de la oferta y de la demanda de estos productos.