Caso Altsasu: reflexiones de las familias
Hoy queremos compartir con toda la ciudadanía los sentimientos que llevamos dentro los familiares de las y los jóvenes encausados por el conocido caso Altsasu. Han transcurrido más de 140 días de aquellos sucesos; celebramos las fiestas de Navidad, disfrutamos de las quintas y quintos de nuestra entrañable Santa Águeda; han pasado los alegres carnavales y siempre sintiendo la ausencia de nuestros hijos encarcelados.
La naturaleza continúa con su ciclo y va abriendo camino, de la oscuridad, el frío y el letargo, vamos pasando a la luz, el calor y el movimiento. Este anuncio de la primavera próxima normalmente conlleva un aumento del ánimo, del disfrute, del vivir. Sin embargo, nuestras sensaciones se ven limitadas y reducidas a consecuencia del castigo al que estamos siendo sometidos. Un castigo-venganza decidido en instancias ajenas a nuestro pueblo, por personas desconocedoras de la realidad de nuestro día a día, movidas por diferentes intereses, que han manipulado unos hechos con una investigación inicial ordinaria, transformándola en otra situación extraordinaria y muy grave.
Nos sentimos manipuladas, indefensos, y dolidas. Estamos especialmente enfadados después de recibir las sucesivas negativas a los recursos presentados por las profesionales de la abogacía que nos representan, y al observar la discriminación jurídica que sufrimos con respecto a otras personas poderosas. Pero no nos resignamos. Continuamos diciendo bien alto que este caso no es terrorismo, que lo están utilizando con otros objetivos, que Oihan, Jokin y Adur deberían estar en nuestro pueblo, con sus amigas y amigos, familiares, y no en una lejana cárcel padeciendo un régimen especial de castigo, con su vida cortada y condicionada. Nos queremos dirigir a quienes manifiestan que no comentamos nada sobre las personas supuestamente agredidas, y les queremos decir que desde el primer momento lamentamos las consecuencias de unos hechos en espera de aclarar durante un juicio. Ahora bien, toda la manipulación posterior nos ha traído a otro escenario y estamos esperando escuchar opiniones que ayudarían a crear una situación guiada por el sentido común. También queremos dirigirnos a las fuerzas políticas para que actúen con valentía sin verse autocondicionadas por el supuesto respeto a la separación de poderes del supuesto Estado de derecho con el que quieren justificar su debilidad. El respaldo, la solidaridad y el apoyo que estamos recibiendo nos refuerza en éstas ideas. Desde la consciencia de que no somos un caso único ni mucho menos. Por todo ello, os queremos devolver vuestro cariño con nuestra dignidad.
Un fuerte abrazo y que en esta primavera veamos brotar en el jardín de la solidaridad una bella flor a la que llamaremos justicia.