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Problemas

Ciertamente, tengo que decir que me importa un huevo lo que las catalanas y catalanes quieran hacer con su país, pero reconozco que me es imposible abstraerme de aquello que todos los días y a todas horas tenemos en los medios.

No deja de ser un espectáculo insólito y bochornoso. El Gobierno de Rajoy en franca decadencia y sus compañeros de viaje, Cs y PSOE (la cabra siempre tira al monte), parapetados tras la Fiscalía General y el Tribunal Constitucional, cómplices ambos, a su vez atrincherados tras una Constitución del 78 con la fecha de caducidad largamente superada y, no lo olvidemos, cuya redacción estuvo fuertemente condicionada por los residuos del franquismo todavía poderosos y el ruido de sables, absolutamente incapaz de ofrecer soluciones prácticas y tod@s nosotr@s consad@s, hastiad@s y aburrid@s de escuchar día sí y día también sus soflamas incendiarias y mitineras desprovistas de toda sensatez, cordura, inteligencia e imaginación.

Y lo peor es que, al parecer, ya no existe corrupción, paro, recortes ni problemas, tampoco en Cataluña. Oso ondo.