Si se aplica el consumo real medio de la zona regable de la primera fase del Canal de Navarra habría agua suficiente en Itoiz para la segunda fase del Canal de Navarra. Así lo ha asegurado José Enrique Arizón, director de Aguacanal (empresa concesionaria de la Fase I del Canal de Navarra que sirve a 59 municipios y más de 4.200 propietarios de tierras), esta mañana en Tudela en unas jornadas sobre Infraestructuras y Sostenibilidad del Agua en Navarra. Arizón ha sido contundente y ha afirmado que si bien el agua sería suficiente, teniendo en cuenta el consumo real y no la concesión actual, se debería realizar una serie de obras en Itoiz para que no existan problemas en años de sequía en los que se puede pasar de la aportación de 525 hm3/año a los 320 hm/año. El acto ha sido organizado por la Institución Futuro junto con el Colegio de Ingenieros Industriales de Navarra, el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Aragón, Navarra y País Vasco, delegación Navarra y la Demarcación de Navarra del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.
"Con un consumo estimado de 5.000 m3/ha, hay agua para todos, pero si los regantes mantienen sus 6.400 m3/ha y no los quieren compartir con nadie, no se hace nada en Itoiz y no son más eficientes, no habrá agua para todos"
Actuaciones en Itoiz
Según ha explicado “con un consumo estimado de 5.000 m3/ha, hay agua para todos, pero las posibilidades de que no haya problemas aumenta si llevas a cabo actuaciones en Itoiz. Si los regantes mantienen sus 6.400 m3/ha y no los quieren compartir con nadie, no se hace nada en Itoiz y no son más eficientes, no habrá agua para todos. Pero los regantes son conscientes de que no necesitan tanto”. En este sentido ha destacado que a su juicio una de las principales actuaciones que se deberían llevar a cabo en Itoiz para ganar capacidad sería la colocación de compuertas, “serían 20 hm3 más, eso es un embalse como Eugui, solo con colocar compuertas”.
Por su parte Félix Chueca, presidente de la Comunidad General de Regantes del Canal de Navarra y que en días anteriores puso en duda la capacidad de Itoiz para llevar agua a las dos fases, ha puesto sobre la mesa otra posibilidad para conseguir más agua para el Canal. “El agua de Itoiz es limitada. Ha de haber intercambio de Yesa a Itoiz. Los dos vierten al Aragón y en los protocolos de distribución hay una reserva para regadíos tradicionales de 87 hm3 de los dos. Pero cuando Yesa sté recredido no debería ser 50% de cada uno, sino que Yesa debería aportar más y eso permitiría disponer de más agua de Itoiz”. Además, durante la celebración de una mesa redonda ha defendido la necesidad de llevar a cabo la segunda fase “si el Canal de Navarra no se completa con la segunda fase va a ser un proyecto nefasto para los regantes de ahora, para los que vengan y para toda Navarra. La segunda fase se ha de hacer si o si y de una manera inmediata”.
"Si el Canal de Navarra no se completa con la segunda fase va a ser un proyecto nefasto para los regantes de ahora, para los que vengan y para toda Navarra. La segunda fase se ha de hacer si o si y de una manera inmediata”.
Acortar plazos
Según las previsiones que han barajado, se espera que las obras comiencen en 2026 (el director de Agucacanal ha dudado de que pueda empezar en 2025) y las mejores previsiones son que puedan estar terminados los 71 kilómetros que restan por hacer (con una inversión de 306 millones y unir a los 117 km ya existentes) a finales de 2029 o principios de 2030, si bien la puesta en servicio de las zonas de regadío llevaran algún año más, “hace falta una administración pionera y valiente para que esté terminado en 2030 y a un ritmo de inversión de más de 60 millones de euros al año”, ha añadido Arizón.
Precisamente, uno de los debates entre algunos de los ponentes se ha centrado en la posibilidad de acelerar los plazos mediante una colaboración público-privada, lo que podría reducir los plazos de 15 años ( y terminar en 2040) a 5 años (y terminar en 2030). Quienes defiende este sistema (mediante concesión como en la primera fase) alaban los plazos más cortos de ejecución, la calidad en el servicio y que la administración no asume la inversión inicial de este sistema, si bien en los contras se encuentran los peajes y el coste financiero mayor. Por el contrario, mediante el sistema público, que se lleva a cabo en base a deuda, se amplían los plazos, hay menor eficiencia, mayor carga fiscal, pero hay un coste financiero menor, más flexibilidad para adaptarse a los cambios y un control directo de la Administración.
Ganancias o pérdidas
Según los cálculos del Gobierno de Navarra, tras la inversión de más de 800 millones en realizar toda la obra del canal, se podría obtener una mejoría de 217 millones en el Producto Interior Bruto y la creación de 3.160 puestos de trabajo. En su intervención, Joaquín Puig, director de Riegos de Navarra, ha calificado la obra del Canal de Navarra como “el sistema hídrico más avanzado a nivel mundial, y no lo digo yo sino el Banco Europeo de Inversión”, mientras que José Enrique Arizón ha señalado que “el impacto económico positivo de la segunda fase sería de 22,8 millones de euros, de todo el Canal 90 millones de euros, por lo que en 5 años se amortiza la inversión que será de 480 millones de euros. Cada año que se retrasa la terminación de la segunda fase, de esa forma, significaría una pérdida de 22,8 millones”.