Azagra ha acogido el punto final, por un lado, y el punto y seguido, por el otro, en lo que respecta al Canal de Navarra. Y es que, después de diez años, ya han concluido las obras de ampliación de la primera fase de esta infraestructura, las que afectan a más de 15.000 hectáreas de Tierra Estella y Ribera Alta en los ramales del Ega (Cárcar, Andosilla, San Adrián y Azagra) y Arga (Larraga, Berbinzana, Miranda de Arga, Falces, Peralta, Funes y Mendigorria). Ahora, ha aseverado la presidenta del Gobierno foral, María Chivite, pondrán todo su esfuerzo en que el agua llegue a la Ribera antes de que acabe esta década.
Cuatro ejes
Esta ampliación, ha explicado Joaquín Puig, responsable de Riegos de Navarra, recoge cuatro importantes puntales. “Estamos hablando de una obra con un gran ahorro hidráulico; tiene un 98% de eficiencia y, después, tenemos también la parte de eficiencia energética. El 90% de la ampliación de la primera fase se riega con presión natural, con lo cual no se utiliza energía eléctrica. Por otro lado, estamos hablando de una importante digitalización; se realizan y captan prácticamente un millón y medio de datos mensuales para hacer lo que sería el seguimiento de los cánones que hay que pagar y, además, es un ejemplo de colaboración público-privada”.
De hecho, ha recalcado que son 15.275 hectáreas potenciales y que, en cuanto a infraestructuras, han colocado casi 300 kilómetros de tuberías, 250 km de desagües y 450 km de caminos. “Esta es una zona muy diversa, con una gran cantidad de agroindustria, que lo que va a hacer es fortalecerse. Además, el agricultor también sale beneficiado”.
Rentabilidad y gestión eficiente
De acuerdo con el consejero de Cohesión Territorial, Óscar Chivite, “hemos sido capaces de reactivar una obra paralizada y enquistada y podemos decir con certeza que los pueblos del ramal del Ega y el ramal del Arga están activos y en uso. La prioridad es gestionar de la forma más eficiente el agua, por eso con esta gran infraestructura podemos digitalizar y exigir un uso más eficaz de un recurso natural tan importante como cada gota de agua”.
Por otro lado, la presidenta, ya en acto oficial que ha tenido lugar en Bodegas Manzanos, ha alegado que “esta infraestructura garantiza la producción de alimentos multiplicando la rentabilidad de los cultivos. Da certeza a nuestra industria, asegurándole el suministro los 365 días del año, y hace que la ciudadanía de Navarra tenga acceso a agua de boca de primera categoría. No olvidemos que el canal es nuestro principal escudo ante el cambio climático. Pocos proyectos como este requieren de tan altos niveles de cualificación técnica, de negociación política y de financiación público-privada de tantas entidades y personas. La primera fase del Canal de Navarra y su ampliación benefician ya a 5.400 propietarios y propietarias y dan de beber al 70% de la población de la Comunidad foral”.
Colaboración público privada
También han intervenido en dicho evento Manuel Cermerón, de Aguas de Barcelona en representación de la Sociedad Concesionaria de la ampliación de la primera fase del Canal de Navarra, que ha asegurado que esta obra “es la expresión de un compromiso profundo con el desarrollo, la sostenibilidad y el futuro de esta zona; una apuesta decidida por vertebral el territorio. Todo ello se traduce en una mayor productividad, en una diversificación de cultivos y en un impacto directo y positivo sobre la economía local”, así como Alicia Echeverría, delegada del Gobierno en Navarra.
Y, además, ha hablado para los allí presentes, personas como José María Aierdi, consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente; Bernardo Ciriza; ex consejero del Gobierno foral, así como otros representantes forales y locales de las poblaciones de la zona, Rubén Medrano, el alcalde del municipio anfitrión, que ha expuesto que “este acto es clave y determinante para el futuro de nuestro pueblo. El Canal de Navarra va a proporcionar agua de calidad para regar nuestra rica y variada huerta y yo confío en que les dé esperanza a nuestros agricultores en un momento tan difícil”.
De la incertidumbre a la certeza; satisfacción de regantes y agricultores
Tras años de mucha incertidumbre e incluso de movilizaciones luciendo pancartas, hoy, por fin, los agricultores de la zona respiraban aliviados. Y es que, ha comentado Pablo Alonso, de la comunidad de regantes de Andosilla, “hoy es un día de fiesta para nosotros, pero creo que aún estamos asimilando que tenemos agua todo el año; nos lo tenemos que creer”. Y es que ahora, ha recalcado, podrán diversificar la agricultura; “tenemos mayores alternativas y, gracias al agua, seremos más competitivos, porque hablar de agua es hablar de vida, de riqueza y de trabajo”.