Educación actualizada
Empatía no es dar a los niños todas las golosinas que ellos quieren, sino disciplinar y educar sobre una alimentación correcta. El niño no sabe diferenciar las cosas a largo plazo, pero el adulto ha de ponerse en el lugar del niño para orientarle según su conocimiento. En el conjunto de las cosas de la vida todo es más complejo. ¿Cuántos padres, educadores y responsables políticos se esfuerzan en ser conscientes sobre las corrientes que influyen en la sociedad? Todo el mundo tiene prisa, tienen demasiadas cosas que hacer, están dominados por el tiempo. Nuestros padres trabajaban el campo con yuntas de vacas o bueyes y herramientas de mano. Sin haber tenido tiempo para adaptarnos a los tractores y las máquinas pequeñas del antiguo caserío, ya hemos pasado a los tractores tremendos y a las granjas de vacas con maquinaria automatizada y donde ya no pisan el campo. Se nos anuncia el coche sin conductor. Es decir, cuando se dieron el descubrimiento de la rueda o el trabajo de los metales, todo iba lento, la evolución de la vida era palpable con relación a lo de ahora. Hoy hace falta pararse a analizar el asunto. Pararse, pararse, detener el impulso de actuar inconscientemente. Y eso requiere mucha voluntad de disciplina, control sobre uno mismo. Control desde la esencia misma de la mente. ¿Quién se preocupa en tratar de saber las cosas preventivas para la salud, desde el plano de la mente y de la alimentación, que todavía la medicina convencional no le ha dedicado el apartado que merece? ¿Quién es consciente de que las nuevas profesiones están relacionadas con el desarrollo de la parte más creativa e intuitiva de la persona, asociada al desarrollo del lóbulo derecho del cerebro? En el futuro el método de educación que ha servido hasta ahora no servirá. ¿Por qué? Porque el mundo ha cambiado.