Huelga feminista y Parlamento
Hace ya unos años algunos nos reímos de la actitud de un guardia municipal en un pueblo de España por mandar retirar de un escaparate una copia de la Maja desnuda de Goya. Hoy, para mí, el movimiento feminista está haciendo algo comparable como retirar a las chicas de Fórmula 1, o a las de la Vuelta Ciclista..., con lo cual no hacen más que perjudicarles porque algún dinerillo sacarían sin hacer mal a nadie.
En cuanto al lenguaje basta con leer a Víctor Prieto su artículo en la revista ON del 17 de febrero, página 4 y titulado Lenguaje y lenguaja, que con el título ya se sabe de qué va.
El reparto de las tareas del hogar me parece una intromisión. Yo obedezco a mi mujer y no quiero que me mande nadie más. Además, al que manda mal no hay por qué obedecerle.
Paridad. En una fábrica de coches la mayoría de trabajadores son hombres, como en una fábrica de conservas la mayoría son mujeres, y en la banda de música de La Pamplonesa tampoco hay paridad porque a nadie le interesa. Buscan lograr un buen coche, unos pimientos extra o una excelente música sin tener en cuenta para nada la paridad en los componentes de sus respectivos equipos.
Para terminar, las vuelticas al kiosco de la Plaza del Castillo no resultarían tan cursis si el día 7 de julio esas personas dedicaran un minuto de los 1.440 que tiene el día al recuerdo de Nagore Laffage.
Todo esto solo sirve para desviar el quid de la cuestión que es la violencia pasada, presente y continuada , poco y mal castigada del hombre contra la mujer. Por eso me extraña que el Parlamento se identifique tan activamente con esta huelga.