El Ayuntamiento de Burlada publicó el 5 de diciembre de 2017 la convocatoria para cubrir por medio de concurso-oposición un puesto de Jefatura de Obras y Servicios de nivel B.

Como ordenaba su Ordenanza del Euskara, valoró el euskara con 5 puntos. Sin embargo, como el baremo tenía un límite de 15 puntos y con la experiencia y la formación complementaria se podían conseguir 15 puntos, el grupo Administrazioan Euskaraz planteó una queja en la oficina del Defensor del Pueblo, dado que la influencia de la puntuación del euskara podía ser nula.

En la Resolución dada el 2 de febrero de 2018 el Defensor del Pueblo le ha recordado al Ayuntamiento de Burlada lo siguiente: que debía puntuar el euskara con un 5% y que no debía puntuar más del 95% con la oposición y los otros méritos.

Esta estratagema para disminuir o evitar la influencia de la puntuación del euskara está muy extendida en las Administraciones. Esperemos que con esta resolución (y con la que recibió anteriormente el Ayuntamiento de Egüés) quede claro que hay puntuar el euskara con una voluntad de verdad y de modo serio. No es lícito tratar de disminuir o anular completamente el mérito del euskara de una manera como esa.