Agradecimiento al centro de salud de la Txantrea

Se nos ha ido Vicenta. Así, despacito, como era ella. Sin hacer mucho ruido.

Desde estas líneas me gustaría mostrar nuestro agradecimiento a todos los profesionales sanitarios que durante todo este tiempo la han atendido y cuidado. De una manera muy especial a su médico de familia, Vicente Estremera, y a sus enfermeras Ana Rosa y Bea. Por todas las visitas a domicilio, llamadas telefónicas, curas, consejos, por vuestra empatía con ella y con nosotros? Pero, sobre todo, por haberla tratado con tantísimo cariño y respeto hasta el final de sus días. Sin vuestro apoyo y consejos nos hubiera sido imposible cuidarla y acompañarla en su casa de la manera en la que lo hemos hecho.

Se nos queda la inmensa satisfacción de haber podido estar con ella hasta su último suspiro. En su hogar y rodeada de su familia. Vicenta se ha ido serena, tranquila y sin sufrir. Sintiéndose querida y arropada.

Para terminar, me gustaría aprovechar la ocasión para poner en valor a nuestros mayores. Para que cada uno de nosotros, en función de sus posibilidades, les cuidemos y acompañemos. Les hagamos sentir importantes, les escuchemos, nos tomemos un café con ellos, nos demos un paseo? En definitiva, para que tengan una vejez con calidad de vida, y, para que cuando llegue el momento de la despedida, tengan una muerte con la mayor dignidad y el menor dolor posible.

Vicenta se nos ha ido muy agradecida. Y nosotros también lo estamos. Hasta siempre. Descansa en paz.