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Partidos estatales contra el cambio

Es evidente que desde Madrid se vienen abortando todas las iniciativas de cambios en nuestra comunidad. Sin ir más lejos, el PSOE acaba de votar en contra de desclasificar los documentos sobre San Fermín 78. El PP anuncia una caravana contra las políticas lingüísticas del Gobierno de Navarra.

Pero lo más preocupante son los esfuerzos de Podemos para finiquitar el Cambio a la Navarra.

¡Abran los ojos! La expulsión del partido morado, de su antigua secretaria general en Navarra, Laura Pérez Ruano, no es más que el principio del fin de lo logrado en 2015. No se trata de asuntos internos. Se trata de acabar con la composición políticas que dirige la comunidad foral.

Pablo Iglesias y su comité disciplinario llevan tiempo purgando a las voces críticas en todos los territorios del Estado. Pero aquí en Navarra es donde se están empleando con más virulencia para eliminar todo lo que provenga de la candidatura Cambiar Navarra. Aquella que pactó el acuerdo programático que permitió expulsar a UPN del Gobierno.

El plan de la actual ejecutiva de Podemos para mantenerse en las instituciones que iban a saltar y consolidarse como parte de la casta que tanto criticaron pasa por aliarse con el PSOE. Lo que aquí supone aliarse con el PSN del agostazo. ¿Se acuerdan?

El problema de Iglesias en Navarra son las y los parlamentarios rebeldes que tienen la mayoría y la portavocía del grupo parlamentario de Podemos Navarra. Esto, unido a las corrientes críticas de inscritas e inscritos que se resisten a abandonar los postulados y las ideas fundacionales que votaron 46.000 personas en 2015, está suponiendo un freno a la stalinización del partido.

Queda un año escaso para que los navegantes del Cambio Navarro tomen nota y afiancen alianzas con la gente de Cambiar Navarra que queda en las instituciones y en la calle, si queremos impedir que UPN y sus socios vuelvan a gobernarnos.