En primer lugar, he de decir que me parece muy digno y muy solidario que la gente colabore en ayudar a los demás a mejorar su salud, como se viene haciendo con la recogida de alimentos y otras aportaciones populares. Dicho esto, creo que la crítica constructiva también es necesaria, con el fin de hacer ver a los responsables políticos que siempre hay prioridades, una de las cuales, creo yo, es la salud.
Una gran incoherencia que observo es que la construcción de la incineradora de Zubieta, que va a costar varios cientos de millones de euros, no ayuda en nada a paliar el cáncer de pulmón, sino todo lo contrario, cuando empiece a soltar por las chimeneas sustancias tóxicas muy perjudiciales para las personas, animales y plantas.
Otra forma de gastar muchos miles de millones de euros es el TAV (Y vasca) porque solo servirá para viajeros y las mercancías seguirán transportándose por carretera, con la sobresaturación de CO2 a la atmósfera que respiramos.
Otro gran gasto, a mi entender, es la construcción de la Isla de Zorozaurre en Vizcaya, en la que se pretenden construir hoteles de lujo, viviendas de lujo, parques de ocio, comercios, etcétera, si fuese muy necesario, estaría justificado, pero creo que esa no es la principal motivación.
Planteo estos tres ejemplos, de un gran gasto de dinero público, porque con mucho menos, la I+D+i sobre el cáncer de pulmón y de otras muchas enfermedades graves se podrían hacer grandes estudios y avances científicos al efecto.
Yo creo que en los Presupuestos Generales del Estado, como en los presupuestos autonómicos, se deberían incrementar las partidas para investigación de forma más adecuada para evitar, en lo posible, estas recogidas populares de dinero y de ropas y alimentos. Me parece que otras formas de hacer política y de hacer mejor las cosas es posible, solo hace falta voluntad y valorar mejor las consecuencias económicas y sociales.