Nuestro país comienza a moverse con elecciones a la vista. Unas elecciones que benefician siempre a los mismos, a los partidos políticos. Ellos nos volverán a intentar convencer de que su estrategia es la mejor para que les demos nuestro voto. Tras las elecciones andaluzas el nivel de abstención puede ser grave. ¿De verdad nos interesa la política o votamos a quien mejor nos cae? ¿Tenemos que ser de izquierdas o de derechas? ¿Existe algún partido limpio que no este implicado ni manchado de casos judiciales? ¿Qué recibimos a cambio del voto dado? ¿Para qué sirve nuestro voto? Son preguntas tiradas al aire que me imagino no tienen respuesta. Pienso que nos van a intentar vender la moto unos y otros para conseguir el poder y luego exprimir hasta el final su mandato o sus alcaldías, concejalías o su butaca del parlamento. A las que a veces ni acuden. Se llama al pueblo a la calle contra el gobierno cuando ellos estuvieron pactando presupuestos con nacionalistas catalanes y euskaldunes. Preparen para oír y escuchar barbaridades, dardos, datos, números que nunca coincidirán con los de los otros. Pero ojalá la educación y el respeto sean las claves en estas campañas electorales.