Todos debiéramos saber cuándo es sí y cuándo es no, si bien en ocasiones te dicen no pero en su fuero interno es sí; pero lo ocurrido recientemente no hace al caso. Cuando haces una fechoría y te fugas, y al cabo del tiempo pides un sí, cuando debiera ser un no rotundo, sorprende que al fugado le digan sí, salvo que al venir a por el sí le digan no y le metan en el trullo. Con las cosas que vemos y oímos no terminamos de curarnos de espanto y debiéramos aplicarnos el proverbio de si quieres ser feliche no analiches. Sin embargo, reflexionar mucho y hablar poco es el secreto para aprender mucho. Dicen que el mago hizo un gesto y desapareció el hambre, hizo otro gesto y desapareció la injusticia, hizo otro gesto y se acabó la guerra, y el político hizo otro gesto y desapareció el mago. Se ha comparado a los malvados con las moscas, ya que éstas recorren todo el cuerpo y solo se detienen en las llagas. Solo cuando seamos capaces de descubrir a los malos, dado que previamente nos habrán mosqueado, solo entonces iremos por el buen camino. Dicen que nos pasamos veinticinco años de nuestra vida durmiendo, y son muchos a los que les cuesta despertar. Se atribuye a Confucio, quien dijo: que habernos equivocado no significa nada, a menos que continuemos recordándolo.