Carlos Arias Navarro, presidente de Gobierno durante la dictadura, cuando se refería a la gente franquista decía “los españoles bien nacidos”. Enrique Maya ha dicho, tras conocer los resultados de las elecciones pasadas, que los pamploneses han apoyado un gobierno municipal, con él como alcalde, de “personas normales”. Mentes que tratan de manera similar a quienes no piensan como ellos. En ambos casos, “los españoles?” , “los pamploneses”, no son la mayoría de la población. Nos conviene a todos, pero sobre todo le convendría a Maya, leer y entender la oda Distinto de Juan Ramón Jiménez, que sufrió exilio por serlo:

Lo querían matar

los iguales

porque era distinto.

Si veis un pájaro distinto,

tiradlo;

si veis un monte distinto,

caedlo;

si veis un camino distinto,

cortadlo;

si veis una rosa distinta,

deshojadla;

si veis un río distinto,

cegadlo...;

si veis un hombre distinto,

matadlo.

¿Y el sol, y la luna

dando en lo distinto?

altura, olor, largor, frescura, cantar, vivir

distinto

de lo distinto;

lo que seas, que eres

distinto

(monte, camino, rosa, río, pájaro, hombre...):

si te descubren los iguales

huye a mí,

ven a mi ser, mi frente, mi corazón distinto.

Entendiéndolo, quizás Maya empezase a respetar a la mayoría de pamploneses que no le han votado a él ni a su partido. Sólo desde el respeto mutuo puede avanzar una sociedad. El respeto mutuo se puede expresar de otra forma: educación.