lo primero que sorprende al entrar por la puerta principal del edificio sede de la Escuela Oficial de Idiomas de Pamplona (EOIP) es que la zona más accesible y visible del edificio, 400 m2 de planta baja junto a la puerta principal no pertenecen de hecho a la EOIP sino que actualmente está ocupada por las oficinas del Centro Navarro de Auto-aprendizaje de Idiomas (CNAI). En el año 1997 se creó el CNAI, que en un principio iba a ser un centro de autoaprendizaje para la EOIP y el Departamento de Educación, que decidió posteriormente que fuera un centro privado y ubicar su sede en la planta baja del edificio. Desde entonces la EOIP se ha modernizado, con nuevos y actualizados métodos pedagógicos y se ha ganado en calidad. Además, el número de alumnos matriculados se ha visto incrementado de manera gradual. Sin embargo, las instalaciones no han mejorado ni se han ampliado por falta de espacio y no están en consonancia con los tiempos actuales ni con la cantidad de alumnos matriculados en la EOIP: la ocupación de las aulas no permite ofertar más clases en hora puntas; durante los exámenes o para las clases semipresenciales se utilizan aulas externas (UPNA o calle Mayor); no tenemos salón de actos adecuado para las actividades culturales que se realizan; la biblioteca y la sala de recursos se encuentran en una zona pequeña, poco accesible y poco visible de la primera planta; y no disponemos tampoco de despachos para tutorías que suelen improvisarse en los pasillos o en las cafeterías. Por todo ello, desde el año 2009 la escuela ha solicitado a los sucesivos consejeros de educación la recuperación del espacio ocupado actualmente por el CNAI en la planta baja del edificio. Finalmente el año pasado desde el Gobierno de Navarra se respondió afirmativamente autorizando el traslado del CNAI y la recuperación por parte de la escuela de un espacio tan necesario. Se creó entonces una comisión que durante el curso 2018/19 ha trabajado recogiendo las necesidades expresadas por profesores, trabajadores y alumnos (en parte por medio de encuestas que se han venido realizando los últimos años) y así se llegó a un acuerdo para redistribuir algunos espacios con la creación de una nueva sala de recursos modernizada en la planta baja, mucho más accesible y con el espacio adecuado para mejorar el servicio, más abierta también a la ciudadanía en general; un salón de actos convertible en dos salas polivalentes más pequeñas; y nuevas aulas y despachos para las tutorías. Con todo este recorrido, nuestra sorpresa fue mayúscula cuando un artículo publicado en el portal web Pamplona Activa el 18/06/2019 recogía las declaraciones de la señora Maite Esporrín, según las cuales su formación desconoce “cuáles son las causas del traslado del CNAI” previsto para junio de este año y piden “a los actuales responsables del Gobierno de Navarra en esta materia, que paralicen dicho traslado y quede sobre la mesa para un estudio posterior que permita adoptar la decisión adecuada al respecto”. Para justificar dicha opinión, declaraba que “la actual ubicación nos parece más adecuada por su centralidad en el espacio y comodidad de acceso para la mayoría de personas que acuden al centro” y añadía que considera que “la gran afluencia de personas a este centro genera mayor actividad directa e indirecta al casco antiguo de Pamplona”. Por un lado nos resulta sorprendente el desconocimiento que manifiesta la señora Esporrín sobre este asunto, cuando la EOIP viene reivindicando este espacio y justificando la necesidad del mismo durante tantos años a los sucesivos gobiernos. Por otro lado, es inexacto apelar a la cantidad de alumnos del CNAI cuando desde hace años, el espacio que ocupan en el edificio se usa únicamente para labores administrativas (es decir, que no se dan clases en el mismo y por tanto no hay alumnos del CNAI que acuden a este centro), frente a los más de 4.000 alumnos oficiales matriculados en la Escuela Oficial que habitualmente usan este edificio y los alrededor de 2.000 alumnos libres, que sitúan a la EOIP como el mayor centro público de enseñanza de adultos en Navarra después de la universidad. Poner en duda la necesidad de espacio y de modernización de las instalaciones por parte de la EOIP es desconocer la escuela y su realidad. Por ello invito a la señora Esporrín a que nos visite un día lectivo de septiembre, por ejemplo, a cualquier hora desde las 8 de la mañana en que se abren las puertas hasta las 22 horas y descubrirá una escuela viva y abarrotada. Puede preguntar la opinión a los numerosos alumnos y profesores que se encontrará por los pasillos y estoy segura que entenderá la necesidad de este espacio tan reclamado por la escuela. De hecho, la recuperación del espacio actualmente ocupado por el CNAI no va a solucionar todas las necesidades que tiene la escuela, pero sin duda va a suponer una merecida mejora de las instalaciones acorde con una escuela moderna y activa y con una institución tan importante tanto en número de alumnos como en el servicio que presta a la ciudadanía.

La autora es representante de los alumnos en el Consejo Escolar de la Escuela Oficial de Idiomas de Pamplona