Por la presente emito la siguiente queja sobre el funcionamiento del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea, en concreto sobre el servicio de urgencias rurales.

El miércoles 18 de septiembre de 2019 un vecino de Marañón falleció en plena calle esperando que llegaran las asistencias sanitarias.

La secuencia de los hechos es clara y demoledora si tenemos en cuenta que nos encontramos en Marañón, un municipio de la Comunidad Foral de Navarra a comienzos del siglo XXI.

El vecino cayó desplomado en la calle del Río a las 12.05 horas aproximadamente. Acto seguido varios convecinos acudieron a auxiliarle sin demora y comenzaron a llamar al teléfono 112 indicando que se trataba de un infarto de miocardio o un accidente vascular grave.

El médico de atención primaria estaba pasando visita en el consultorio de Genevilla y, a pesar de las numerosas llamadas que se hicieron al 112, tardó en acudir a Marañón más de 25 minutos.

Durante este tiempo las vecinas y vecinos que estaban con el enfermo, además de llamar insistentemente al 112 alertando de la gravedad de la situación, realizaron maniobras de reanimación cardiopulmonar con el fin de mantenerle con vida.

La ambulancia tardó en llegar más de media hora, un tiempo determinante para salvar la vida de cualquier persona que haya sufrido un infarto o un accidente vascular y para evitar secuelas graves.

El helicóptero llegó a la hora de haberse producido el accidente, momento en el que falleció nuestro querido vecino.

Desgraciadamente esta situación, aunque no haya tenido hasta el momento resultados tan dolorosos e irreversibles, no es desconocida para los/as habitantes de esta zona de Navarra. Han sido numerosas las ocasiones en las que los vecinos y vecinas de Cabredo, Genevilla y Marañón hemos tenido que trasladar a familiares en nuestros vehículos particulares a los servicios de urgencia de los hospitales ante la tardanza de las ambulancias.

Por lo expuesto, y con el fin de que esta situación injusta y lamentable, que no tiene cabida en una comunidad como Navarra, solicito a todas las instituciones implicadas y al personal médico que tengan en cuenta la situación geográfica de estos municipios y aprueben protocolos de actuación específicos para que no tengamos que lamentar sucesos como los descritos.