El día 6 de noviembre, en el hotel La Perla de Pamplona, tuvo lugar un encuentro entre Joan Margarit, reconocido poeta recientemente galardonado con el premio Reina Sofía, y los participantes del taller de poesía de Anfas.

Joan Margarit abriría el día 7 un ciclo que el Ateneo ha impulsado, coordinado por el vocal de Lengua y Literatura Javier Asiáin, y que tendría lugar en dicho hotel, a cuyo director y personal debemos una exquisita atención haciendo que este encuentro tuviera lugar en un marco tan agradable.

Intenso, cercano, humano, emotivo, son adjetivos que podrían calificar el momento vivido. Todo propiciado por la actitud de quienes participan en el taller de Anfas y por la categoría humana que se aprecia en el escritor.

El poeta nos habló de la principal función de la poesía. ¿Para qué sirve la poesía? ¿Y la cultura? Para ser más felices. Y de la poesía como herramienta o recurso de consuelo. Y esto las personas participantes en este taller de Anfas ya lo han experimentado y lo practican.

“Habéis conseguido emocionarme a mis 80 años”, dijo Joan Margarit cuando escuchó recitar el poema Discapacidad, que fue escrito en grupo, en una sesión en la que la poesía cumplía una de las funciones de las que Joan Margarit había hablado.

En la primera parte del poema se reflejan los sentimientos de frustración más profundos a los que en ocasiones les ha llevado su discapacidad. En una segunda parte se habla de las grandezas y satisfacciones que están a su alcance, e incluso de aquello a lo que su discapacidad les ha llevado, como es en este caso haberse beneficiado de la posibilidad que Anfas les ofrece de conocer, interpretar a grandes poetas, escribir y recitar poesía.

En el turno de preguntas, las personas que participan en este taller se interesaron por distintos aspectos de la obra y vida del autor. En este último apartado le preguntaron por su hija Joanna, ya fallecida y que tenía discapacidad.

Recitaron dos de los numerosos poemas en los que Joan Margarit habla de ella. “La penosa belleza tan distante la he cambiado por la seducción de la ternura”, decía el autor en alguno de sus versos.

¿Cómo era Joanna?, le preguntaron, y en este apartado él hizo hincapié en aquellos valores y características positivas que toda persona tiene y que conviven con su discapacidad.

Una experiencia maravillosa e inolvidable.