Ni Osasuna ni los socios, aficionados y seguidores, nos merecemos el enorme descrédito de llevar publicidad de una casa de apuestas en la camiseta. Esta hipoteca no la puede soportar la entidad que concita mas apoyo entre los navarros, aficionados o no al fútbol.El recorrido que propician las casas de apuestas es un camino de perdición (arcaico término pero en este caso oportuno y demoledor) para gran cantidad de jóvenes.Osasuna no puede, por elevada que sea la rescisión del contrato, seguir ofreciendo simultáneamente emoción con los colores y degradación social. No es una cuestión de dinero, es una cuestión de dignidad.Yo, que sigo con cariño y siento a Osasuna, ya incluso desde el campo de San Juan, me avergüenzo de la camiseta manchada.Por favor, junta directiva, basta ya y nunca más.