Lo que se vaticinaba es una realidad: la Cámara de Representantes de Estados Unidos ha fallado la inocencia de Trump de los cargos que se le imputaban. Dado que todo el proceso ha sido una actuación de payasos de circo, llamaremos Pumpky al clown tonto al presidente de los Estados Unidos por su nombre artístico. Poca sorpresa puede provocar sobre una ciudadanía tan superficial capaz de votar mayoritariamente a alguien que por sus gestos, expresiones y forma de vestir da imagen de payaso de circo. Pero a pesar de que en ese mundo todo es posible, no cabe duda que los protagonistas han logrado el “más difícil todavía”, pues como todo el espectáculo fue televisado en directo, a este público le importa poco lo que opinen los que lo ven, pues viven para ello. Ya quisieran otras instituciones tan significativas sacar en directo la sesión en la que el presidente denunciado de impeachment entrega sin mirar a la cara a la presidenta de la Cámara una copia del discurso que se dispone a leer en su descargo. Porque a continuación la payaso lista, presidenta de la Cámara, quiere darle la mano como cortesía para agradecérselo, pero Pumpy se la rechaza ignorándole. Durante la lectura de Pumpky, Nancy Pelosi hace gestos cómicos mientras y se dedica a rasgar ostensiblemente una a una las hojas en las que está escrito el discurso facilitado por el clown jefe. Aunque ciertamente el espectáculo fue divertido y original e hizo reír a los yankies, quizá muchos españoles hubieran preferido las soporíferas sesiones en las Cortes en las que los escasos diputados soñolientos leen la prensa distendidos y sin prestar atención a los protagonistas que hacen sus deposiciones desde la tribuna sin que suceda nada, salvo en las sesiones de investidura imposibles de los presidentes de gobiernos en las que en lugar de circo es un gallinero. O en la invasión del Congreso el 23-F por Tejero en la que los diputados aterrorizados se escondieron literalmente bajo los bancos, aunque después alardearon de héroes. Pero nada comparable con el circo del impeachment. “El mayor espectáculo del mundo”.