21 de julio de 2019: la concejala de Bildu despliega una ikurriña en el balcón del ayuntamiento de Viana a la hora del cohete, cuando la ciudad da comienzo a las fiestas de la Magdalena bajo una lluvia de confetis y golosinas que cae sobre la multitud desde el emblemático edificio en el que resuena intensamente el repicar de las campanas. La alcaldesa no se da cuenta, no repara en la bandera. En el balcón contiguo, el concejal de Navarra Suma José Luis Murguiondo, junto con el presidente de UPN Javier Esparza observan los hechos. No hacen nada por impedirlo. No se lo comunican a la alcaldesa. No llaman a los municipales... Mientras, caramelos lanzados desde su balcón golpean con violencia a la concejala y a su acompañante de noventa años. 14 de septiembre de 2019, víspera de fiestas: el concejal de Cambiemos Viana exhibe una bandera de La Rioja en la balconada del ayuntamiento. Nadie hace nada por impedirlo. Nadie grita nada. Nadie protesta.Pasan unas semanas y Navarra Suma decide denunciar ante los tribunales navarros la pasividad de la alcaldesa en ambas ocasiones. Hay, sin embargo, una diferencia significativa: lo de la ikurriña, ante el Contencioso Administrativo; lo de la bandera de La Rioja, ante el Tribunal Administrativo. ¿Y el resultado? Pues el que ya preveían Murguiondo y sus magníficos abogados de Navarra Suma: en el primer caso, condena al pago de las costas y grandes titulares en la prensa navarrista; en el segundo, sin costas y silencio periodístico. Más de cuatro mil euros son los que va a tener que desembolsar el pueblo de Viana por la ocurrencia irreflexiva, o quizá no, de esos individuos que solo añoran volver a la alcaldía a cualquier precio y que no piensan en absoluto en el interés del pueblo vianés. ¡Caramelos como piedras arrojados con saña, inquina y rencor sobre tejado de todos los vianeses!