El euskara, al ser el idioma más antiguo de Europa, constituye un tesoro de incalculable valor. Todos debemos amarlo, protegerlo y promoverlo. Se me ocurren un serie de medidas para fomentar el uso de dicho idioma. Propongo que en todos los niveles educativos aumenten el número de centros y plazas de modelo D. Así mismo, también propongo que en los centros que no sean de modelo D se implante el euskara como asignatura al mismo nivel, como mínimo, que el inglés, francés o alemán.