Vivimos tiempos complejos para todos en mayor o menor medida. Para algunas personas está suponiendo un trabajo de ayuda a los demás desde primera línea, y para otras, el esfuerzo de permanecer en casa. Y todo suma. En cualquier caso, la realidad es abrumadora y avanza por delante de todas las medidas que se van implementando. Y en este momento más que nunca, quiero reconoceros el esfuerzo que como trabajadoras y trabajadores sociales estáis realizando, trabajando y aportando dentro de vuestros equipos interdisciplinares. Porque vosotras y vosotros no curáis, pero sin la mirada a lo social que antecede, acompaña y repercute en la enfermedad, la curación no sería posible. Porque la enfermedad afecta a todos, pero no por igual. Porque incide de forma más dura en las personas más vulnerables, en los mayores, en las personas con dependencia y discapacidad, con enfermedades físicas o mentales, en las mujeres maltratadas, inmigrantes, personas en exclusión social, sin recursos, menores en desprotección o familias desestructuradas... Y vosotras y vosotros estáis ahí, anticipando, apoyando, acompañando, resolviendo, a veces imaginando e inventando, y sobre todo reforzando y creyendo en las propias fortalezas de las personas. Porque siempre habéis estado ahí sin buscar protagonismo ni reconocimiento. Porque ahora el trabajo es especialmente duro y debe reinventarse cada día, y porque el futuro va a exigir de toda vuestra dedicación.Un aplauso y mucha fuerza.