Entiendo las ganas y la necesidad que tenemos todas de salir a la calle. Después de 50 días de confinamiento y del esfuerzo y sacrificio que nos ha supuesto, me resulta difícil de entender la falta de responsabilidad de algunas personas que salen sin respetar las pautas para la desescalada, cuando les apetece, al margen de horarios, de distancia social, de seguridad, etcétera. Poniéndose en riesgo y, lo que es peor, poniéndonos en riesgo a los demás. Por responsabilidad yo me sigo quedando en casa.