l próximo día 29 de agosto de 2021 la CAN (Caja de Ahorros de Navarra) hubiera cumplido cien años, pues se fundó ese día de 1921 según acuerdo que rezaba así: "La Excma. Diputación de Navarra acuerda la constitución de la Caja de Ahorros de Navarra con carácter benéfico y bajo su patrocinio, con domicilio social en el propio palacio de Excma. Diputación. Con el objeto de hacer productivas las economías que se le confíen, principalmente las de las clases menos acomodadas€.",

El día 24 de septiembre de 1922 abría su primera oficina. Desde ese momento su crecimiento fue exponencial basándose en criterios de: asepticidad política, intentando ser la Caja de todos los navarros; de prudencia financiera para salvaguardar así los modestos ahorros de los imponentes (sus índices de solvencia eran muy superiores a los actuales, e infinitamente mejores que los que fueron habituales antes de la crisis de 2008); de preservación de la autonomía foral ante presiones de todo tipo de regímenes políticos desde el Estado (Monarquía, Dictadura, República, Franquismo y Democracia); defomento del equilibrio social mediante facilidades crediticias a ayuntamientos, asociaciones y particulares tendentes a promocionar los bienes comunales así como las pequeñas economías, y de promoción de la cultura de la solidaridad dando así cauce a ese sentimiento tan característico del pueblo navarro.

Ahora, tras la pandemia del coronavirus se ha puesto claramente de manifiesto la necesidad de que los gobiernos cuenten con más herramientas financieras de ejecución de su política, para así no tener que depender de los agentes privados que atienden preferentemente a sus intereses en detrimento de los de la colectividad.

Por el interés de los casi 700.000 residentes en Navarra; por el de su economía (PIB/cápita 3º de España) y por el futuro autónomo de esta comunidad, Navarra ha de recuperar esa especie de Banca Pública Foral que fue durante mucho tiempo la Caja de Ahorros de Navarra. ¡¡Refundémosla!!

Los políticos navarros, si quieren estar a la altura de los que hace cien años les precedieron, tendrán que refundar la CAN -a ser posible por unanimidad, tal y como se hizo la pasada legislatura con la actualización de la Compilación del Derecho Civil Foral de Navarra-, llamándola: Fénix, Guadiana, N-CAN (Nueva CAN) o CAN ByS (Caja Autónoma Navarra de Banca y Seguros), da igual, lo importante es que, pese a quien le pese, Navarra puede y debe acometer ese reto (Deuda del 15% del PIB frente al 30% o superior de otras comunidades y más del 100% del Estado). El momento y el mercado son propicios, y la Comunidad Foral lo necesita. Si se adoptan los cinco criterios arriba reseñados añadiéndoles el ahora ya, ineludible de fomento de la sostenibilidad ambiental y se cuenta con la seriedad y profesionalidad que caracteriza a esta comunidad, el éxito estará asegurado.

El abajo firmante hace un especial llamamiento a todos aquellos ciudadanos y colectivos que a lo largo de su vida laboral o económica hubieran desarrollado una vinculación anímica con la CAN para que se sumen a esta iniciativa firmando la petición de refundar la CAN en https://www.change.org/refundarLaCAN Prácticamente todos los navarros menores de 100 años recibimos la CAN como herencia, recuperarla para legarla a las nuevas generaciones es nuestra obligación.

El autor es notario jubilado y nieto de Ramón Bajo Ullibarri, primer director general y secretario del Consejo de la CAN desde su fundación en 1921 hasta su fallecimiento en 1950