En el CAIDIS Valle del Roncal (Centro de Atención Integral a la Discapacidad e Integración Social) estamos viviendo una situación de una total y absoluta falta de respeto hacia los trabajadores/as del centro por parte de la empresa Domus VI, por parte del Departamento de Derechos Sociales y la dejación del Departamento de Salud.La empresa Domus VI ha demostrado una falta de sensibilidad para el cuidado y atención de la población usuaria, así como ante toda la plantilla por una falta de previsión y dotación de equipos adecuados para atención a la discapacidad. Pero también parece que lo importante es el ánimo de lucro a costa de los trabajadores y trabajadoras, con unos traslados donde el oscurantismo y secretismo campa a sus anchas.El centro Valle del Roncal necesita de una ampliación que se venía planteando desde 2011 y de esta manera mejorar la atención para la población usuaria y mejoras en las condiciones de trabajo de la plantilla. A principios de marzo vino la comisión de Derechos Sociales del Parlamento de Navarra a visitar el centro con un pensamiento unánime de que había que acometer la ampliación del centro de manera inmediata, pero ha tenido que venir una pandemia para tomar cartas en el asunto y poner a cada uno en su sitio. La ANADP, y en boca de su consejera en reunión el 15 de mayo, tomando el camino de en medio con una propuesta que nos enteramos de cómo es por parte de familiares, y una empresa, Domus VI, que no hay forma de que nos diga nada, y la plantilla como convidado de piedra. Una falta de respeto para toda la plantilla que hay que sumar a lo vivido por la pandemia, con la falta de equipos, mascarillas, pruebas de confirmación del virus, etcétera. Pero si fuéramos futbolistas estaríamos mejor tratados ya que tendríamos unas pruebas de total confianza, PCR, y no los tests rápidos que nos hicieron a los sociosanitarios en Refena de dudosa fiabilidad, con casi el 20% del personal de atención directa dando positivo con covid-19. Aquí el Departamento de Salud no ha estado muy acertado ya que parece que poco importamos a las personas que cuidamos a personas. ¿Quién cuida al que cuida?Ante esta nueva normalidad, debemos hacer una honda reflexión y decidir qué importancia van a tener las personas más vulnerables y los trabajadores/as que las cuidan, y asignar los recursos necesarios para evitar otra catástrofe como la ya vivida en Valle del Roncal, y que para muchos ya no hay reparación. Estamos a tiempo.