Con motivo de la constitución de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica en el Congreso de los Diputados, nuestras respectivas corporaciones profesionales pusimos a la consideración de los diputados de dicha comisión el siguiente planteamiento: la globalización y el creciente impacto antrópico sobre los ecosistemas inciden en nuestra salud pública de una nueva manera, haciéndose cada vez más imprescindible que, si el Sistema Nacional de Salud quiere ser eficiente, sus políticas relativas a la salud pública han de tener en cuenta la presencia relevante de patógenos que hasta el presente nos eran ajenos: (http://www.congreso.es/docu/comisiones/reconstruccion/documentacion_participacion_ciudadana/20200527_ A1.pdf http://www.congreso.es /docu/comisiones/reconstruccion/ documentacion_participacion_ciudadana/20200527_ A2.pdf).El hecho de que no hubiera ningún biólogo entre los diputados adscritos a aquella comisión ya nos pareció un mal presagio.Las conclusiones de la comisión de referencia aprobadas por el Pleno del Congreso (http://www.congreso.es/docu/comisiones/reconstruccion/153_1_Aprobacion_Pleno.pdf) confirmaron nuestro pesimismo: en el Tema 4, Salud Pública, no hay ninguna explicitación a tener en cuenta los cada vez más estrechos vínculos entre salud pública, biodiversidad, ecosistemas y economía.En aquellos momentos, 22 de junio de 2020, nos pareció que lo más prudente era guardar silencio, a la espera de un hecho, de un dato que nos permitiera reivindicar la validez de nuestro planteamiento.El hecho, que inexorablemente iba a producirse, ya está aquí: en la provincia de Sevilla (Coria del Río y Puebla del Río) hay infectadas 37 personas (en el momento de escribir estas líneas y subiendo) a causa de una infección producida por un mosquito probablemente exótico para nuestros lares. Pero aunque se trate finalmente de un mosquito autóctono, la expansión que están viviendo estos, en el escenario del cambio climático que estamos experimentando, los asemeja bastante a los exóticos en cuanto a su dinamismo y capacidad de vectorizar enfermedades. ¿Quién le va a poner el cascabel a este gato? Las profesiones sanitarias clásicas seguro que no, puesto que no disponen de los conocimientos científico-técnicos para abordar ese problema global, que ya está aquí. Para afrontar el reto de las nuevas (para nosotros) enfermedades infecciosas, el Sistema Nacional de Salud ha de contar también con otros profesionales, como los biólogos, que están perfectamente capacitados para afrontar estos nuevos retos (aunque haya algún que otro "despistado" dispuesto a demostrar lo contrario).