La vuelta a las aulas ha hecho que las aguas, que ni mucho menos estaban en calma, anden aún más revueltas. Y no sé qué pescador tendrá más ganancia, la verdad.Hace pocos días, el Sindicato de Estudiantes anunció una huelga en toda España en septiembre para protestar por las condiciones en que se iniciará el curso y pedir, además, que se deje de criminalizar a los jóvenes por los rebrotes.O sea, no es cierto que a nuestros jóvenes todo les dé igual: han decidido ejercer un derecho constitucional y piden que también se les escuche a ellos. Y eso está bien.Me gusta mucho una frase de San Juan Bosco: "Los jóvenes no sólo deben ser amados, sino que deben notar que se les ama".Que los contagios por coronavirus parecen haber subido después de desmadres festivos, de lamentables celebraciones de no fiestas€ Sí. Aunque también han ocurrido después de reuniones familiares, bodas€ Personas sin cabeza hay en todas las edades; y los despropósitos de unas se ven, y los de otras, no, sobre todo si tienen cuatro paredes en propiedad para guardarse de las miradas en sus ratos de ocio. Por otro lado, ¿dónde ha quedado la gran labor que hicieron cientos de jóvenes hace pocos meses cuando, de forma voluntaria, se echaron a la calle y se desvivieron por ayudar a las personas mayores, a los enfermos y a los que estaban en aislamiento para hacer cuantos recados hicieran falta?Todos debemos aprender a funcionar en esta nueva normalidad y a divertirnos sin traspasar los límites de lo conveniente. Si se hacen las cosas mal, hay que corregirlo; y si se hacen bien, valorarlo. Debemos querer a nuestra juventud, y que ésta vea que se la quiere. Nos jugamos mucho. El tema es muy serio.