Han pasado sólo varios días del regreso a las aulas de nuestros txikis y, después de un mes agotador de trabajo conjunto entre la Dirección de Amaiur Ikastola y la Guraso Elkartea/APYMA en el diseño del Plan de Contingencia establecido por Educación, nos encontramos ante el primer caso de covid y reina el desamparo. Organizados en "grupos de convivencia estable", tal y como indican las medidas de Educación, txikis del aula de 3ºA de Infantil y su andereño se encontraban ahogados sin poder salir de lo que se supone que debía ser una burbuja diseñada para protegerlos y garantizar un regreso seguro a las aulas de forma presencial. Desde la noticia del positivo a primera hora de la mañana y, tras numerosos intentos fallidos de llamadas de teléfono que constan en el protocolo, no se permitió sacarlos de allí hasta recibir el visto bueno de Sanidad hacia las 13.00 horas. ¿A qué esperaban? ¿En quién recae la responsabilidad de reaccionar a tiempo? Al contrario que a su profesora, a la que se le obliga a seguir trabajando, hoy 16 alumnos/as se encuentran en sus casas confinados. Sorprendentemente se les ha confirmado que no se les realizará una PCR hasta pasar la cuarentena, a diferencia del protocolo de contacto estrecho para la población general, en el que se realiza una PCR en 2-3 días tras el contacto con un positivo. Diez días en los que, desconocemos si tanto la docente como algún/a compañero/a asintomático de la gela pueden transmitir la enfermedad a sus hermanos/as. Quienes, según el protocolo, continúan acudiendo a la ikastola pudiendo propagar el virus por el resto de grupos tan cuidadosa y estrictamente separados. ¿A qué jugamos? La primera pieza de dominó cae y nadie responde antes de que tumbe al resto. ¿Qué sentido tiene aislar los grupos/clase durante toda la jornada escolar, sin poder mezclarse jugando en el patio, en el comedor... y manteniendo la mascarilla puesta, si cuando llega el momento de la verdad, el cambio de criterio del protocolo escolar, no nos garantiza una educación presencial segura? ¿Quién protege a la comunidad educativa? Esperamos que estas líneas sirvan para la reflexión y que, quien deba hacerlo, reconsidere la decisión de no hacer PCRs a todos aquellos que comparten clase-burbuja en los futuros casos positivo del virus entre escolares.Pensamos que es una mínima medida para que, el sistema de sectores-estancos que tanto nos ha costado adaptar en los centros, tenga sentido y sea eficaz.