El que no es agradecido no es bien nacido (frase que aprendí de mi madre). Estoy muy agradecida de la felicidad que he sentido trabajando estos años con los usuarios-as más maravillosos y entrañables del mundo. Yo les he entregado todo mi amor y ellos me han correspondido con creces. Siempre estarán en mi corazón. Agradezco también el haber podido trabajar con mis compañeras-os, inmejorables profesionales, cariñosos, alegres y buenas personas, que espero y deseo sean recompensados como merecen, en el trabajo y en su vida. No os olvidaré jamás. Y por último, agradezco a la dirección de la empresa el darme trabajo y facilitarme los horarios, para poder combinar mi otro trabajo feliz en el Museo Etnográfico de Arteta.