En la sede electrónica del Ayuntamiento hay un apartado con este titular: Responder no quiere decir que conteste a la pregunta.Recientemente, le formulé una solicitud de información al vecindario sobre su satisfacción respecto a actuaciones con el tema del covid-19. Le pedía que indicase sus acciones concretas y detalladas. Su respuesta farragosa ha sido decir que no se molestaba en contestar porque mi solicitud se debía a que le tengo manía. Ante semejante respuesta solamente hay dos opciones: sonreír y callar o hacerlo público.Opto por la segunda. Estamos hablando de un cargo público, bien remunerado que, aunque tenga el sueldo garantizado 4 años, debe responder con claridad a cualquier vecino/a sobre temas municipales.Me viene a la cabeza una respuesta similar que me dio cuando, en Ruegos y Preguntas de un Pleno ordinario, espaciados en su legislatura a cada 2 meses, le pregunté sobre los presupuestos participativos. En concreto, que cómo fue capaz de decir en prensa que Carcastillo dedicaba a ellos una cuantía que sabía era muy falsa y que la seguía manteniendo. No recordaba haber dicho nada, pero comprobó que la hemeroteca no engaña.Ambas no respuestas hablan de él. Dos derechazos malos, escurridizos e infantiles, impropios de un cargo electo.

El autor es exalcalde de Carcastillo