Llega de nuevo el 21 de marzo y volvemos a celebrar el Día Internacional de las Personas con Síndrome de Down. Esa trisomía del par 21 (de ahí que se celebre el 21 del 3) que les diferencia genéticamente y que, a la vez, no les impide ser iguales al resto de personas que conforman nuestra sociedad. Un día más para visibilizar otras realidades y celebrar la diversidad. En Anfas, la asociación de personas con discapacidad intelectual o con trastornos del desarrollo y sus familias, las que tienen Síndrome de Down, suponen un 12% del total de personas que acuden a nuestros distintos programas. En concreto, son 152 de las 1.318 personas con discapacidad a las que atendemos y acompañamos en toda Navarra y a lo largo de sus vidas. Personas con sueños y proyectos de vida que necesitan recursos y apoyos específicos para poder llevarlos a cabo. Y cuando las familias, el apoyo natural de estas personas, no pueden solas, acuden a entidades como Anfas, la Asociación Síndrome de Down u otras asociaciones de familias en donde encontrar experiencias similares, conocimiento y comprensión. En Anfas, en concreto, llevamos 60 años trabajando con el único objetivo de que cada persona con discapacidad intelectual o con trastornos del desarrollo pueda llevar a cabo sus proyectos de vida personales como ciudadanos y ciudadanas de una Navarra más justa y solidaria. Con programas en áreas como desarrollo infantil y juvenil; formación y capacitación; ocio y cultura; viviendas y apoyo a la vida independiente; o tercera edad y envejecimiento prematuro. Y para ello luchamos para que cada día se garanticen los apoyos y servicios necesarios allí en donde se encuentran las personas que los necesitan, o al menos lo más cerca posible a su entorno natural. Y es que, en nuestro caso, más de la mitad de esas 152 personas con Síndrome de Down atendidas, de hecho casi un 60%, no viven en Pamplona, sino que acuden a nuestras sedes de Tudela, Tafalla, Sangüesa, Estella, Elizondo, Lesaka o Lakunza, que son tan necesarias. Apostamos por seguir trabajando así, acompañando de manera individualizada a cada persona con discapacidad, en este caso, con Síndrome de Down, lo más próximos a ellas, para que sean los verdaderos protagonistas de sus vidas.

El autor es presidente de Anfas