Cuando las cosas no van bien basta con cambiar de nombre (el político lo hace mudándose a otra sede). La vacuna de AstraZeneca contra el covid-19 ahora se llama Vaxzevria. Cuanto más raro suene el nombre más fácil resultará olvidarlo y así no lo relacionen con la farmacéutica. Hablemos claro: AstraZeneca está siendo un bluf, un lastre. El Gobierno adelantó el dinero de las vacunas y la farmacéutica nos ha puesto en la cola vendiéndolas antes al mejor postor. ¿Y los trombos cerebrales que está provocando esta vacuna? Vale, no son muchos casos, pero ya nos han metido el miedo en el cuerpo. ¿No sería mejor anular esta mortal posibilidad del trombo vacunándonos con las otras vacunas? Nos dicen que el peligro de no vacunarse es infinitamente mayor, y es cierto, pero€ ¿no sería mejor vacunarse con Pfizer, Moderna, J&J,€ o incluso con las vacunas de China y Rusia? Nuestro gobierno ha sido demasiado ingenuo y derrochador con el dinero de los demás; es como si a Pepe Gotera y Otilio chapuzas a domicilio les adelantases todo el dinero para reformar tu casa, luego vete a reclamar al maestro armero. Por lo tanto, nos chutarán esa vacuna porque no la van a dejar en stock pudriéndose, sería un derroche más. Y dará igual que haya más trombos cerebrales, serán daños colaterales asumibles. ¡Hagan juego señores! A ver a quién le toca esta letal lotería (a Díaz Ayuso no: ha pasado del comunismo o libertad a negociar con los comunistas su vacuna).