Una vez vez más es inadmisible la propuesta burocrática, economicista y tecnócrata esgrimida por el Ayuntamiento de Pamplona con respecto a los Servicios a Domicilio (EMAD).No se puede pensar en la más que dudosa fórmula más barata, obviando las demandas de los usuarios y usuarias y los derechos de las trabajadoras y trabajadores. No creo que las quejas de las personas usuarias vayan contra el personal, sino mas bien contra la Administración, aunque quien pone la cara y recibe las tortas, como siempre, sea el personal de primera línea.Hay que tener conocimientos y creatividad para diseñar unos modelos que respondan a las necesidades de las personas. La participación real, no retórica,de la ciudadanía y de las profesionales es esencial. La burocracia, como modelo organizativo, está trasnochado y no responde a los retos que plantea la sociedad actual.