Esta semana ha saltado la bomba de que el Gobierno quiere cobrar peajes a las autovías, e incluso a las carreteras, bajo la premisa de quien usa, paga, imponiendo de esta forma un nuevo impuesto y nuevas cargas que repercutirán sobre el ciudadano medio. Hemos oído a Pere Navarro barbotar argumentos como que “la abuelita paga de su pensión una carretera que no usa” o “el que usa el tren no lo hace gratis”. Olvida el acomodado señor Navarro que los usuarios de los vehículos pagamos una ristra de impuestos por tener vehículo, a saber: impuesto de matriculación, impuesto de circulación, IVA en la compra del vehículo, IVA en el combustible, impuestos a los hidrocarburos, transferencia de nombre de un vehículo usado, e incluso el IVA del seguro anual obligatorio.En total supone una recaudación para el Estado de nada menos que alrededor de 29.500 millones de euros, mientras que en los Presupuestos Generales del Estado de 2021 se destinan a labores de Conservación y explotación de carreteras (programa 453C) 1.084 millones de euros. Los conductores no sólo pagan una cantidad ingente de impuestos por utilizar su vehículo, sino que además abonan una cantidad casi 30 veces mayor de la necesaria para mantener la red viaria española que utilizan.Por cierto, esos impuestos los paga únicamente la gente que tiene un vehículo y que lo usa. ¿Es necesario un peaje? Pues eliminen uno de los múltiples atracos a los que someten a los conductores. Por otro lado, y siguiendo esa peligrosa línea argumental, ¿aplicarán el quien usa, paga al resto de servicios públicos tales como educación, sanidad, RTVE...?