Según algunas preclaras opiniones, para renaturalizar el desertizado río Arga en el centro de nuestra ciudad de Pamplona, es necesario derruir la presa de Santa Engracia. Pero ampliando un poco más esa hipotética naturalización, sería necesario eliminar la presa de San Pedro (S. XIII) y la de San Jorge (S. XIV). Pero ese salvaje atentado contra nuestra historia posiblemente no se produzca nunca.