Quiero hacer constar mi malestar con la atención dispensada a mi madre por la Unidad de Geriatría del Hospital de Navarra. Sabemos que con el covid han tenido saturación y les ha resultado más difícil prestar el servicio, pero además del covid hay otros enfermos que han necesitado atención médica más controlada. La dejadez que mi madre sufrió por parte de la Unidad de Geriatría me parece lamentable. En uno de los ingresos le dieron el alta teniendo infección evidente en las piernas, por lo que a los pocos días hubo que volver a ingresarla por esa infección. Además, estaba muy baja de sodio por la medicación que estaba tomando. Y qué decir de las consultas. En la primera consulta le pusieron un tratamiento y me dijeron que llamarían en una semana para ver la evolución. Pues bien, tras 15 días sin recibir la llamada, llamamos nosotros y me dijeron que el doctor estaba de vacaciones y que nos llamaría otra doctora. Pasados unos días nadie llamó. Volví a llamar, y me dijeron que esa doctora estaba de fiesta. Pasados unos días mi madre tuvo que volver a ingresar. Ante tanto ingreso se la pasó a paliativos o pluripatológicos (llamado cubo rojo), donde también le pusieron un tratamiento y la enviaron a casa. De nuevo me dijeron que me llamarían a los 10 días para ajustarlo en caso necesario. Pasados más de 5 meses después, aún no había recibido la llamada. Dijeron que llamaron una vez, pero la llamada no consta en mi registro de llamadas. Y en todo caso, si llaman una vez y no contestamos, lo lógico es volver a llamar. Mientras tanto tuve que llamar varias veces a urgencias, siendo atendida por la médica de cabecera, a la que agradezco enormemente su atención. Creo que no es mucho pedir una atención a una persona mayor como es debido, que, aunque no tuviese covid, era una persona de 93 años que necesitaba atención y control de la medicación para mejorar su calidad de vida, algo que a veces se puede hacer con una simple llamada de teléfono. Creo que no es mucho pedir. Una ver le pusieron hospitalización a domicilio y estuvo muy bien atendida. Mi madre falleció recientemente. En el último ingreso dejó de comer y beber durante siete días, no le pusieron suero y se deshidrató. El último día en el hospital di aviso tres veces de que mi madre estaba peor, a las 15.30, a las 18 y a las 20 horas, sin que acudiera nadie. Cuando finalmente acudieron una enfermera y una médico, decidieron sedarla, y falleció unas horas después. Podría contar más cosas, que detallaré en la reclamación que haga a Atención al Paciente. Los navarros/as siempre nos hemos enorgullecido de nuestra sanidad pública. Con estas palabras solo quiero dejar constancia de que no es oro todo lo que reluce. Para ella ya no tiene remedio, pero me gustaría que estas palabras sirvieran para mejorar la atención a las personas mayores.